DETECCIÓN DE CLOSTRIDIUM BOTULINUM
La detección de la toxina botulínica preformada puede llevarse a cabo en un líquido como el suero obtenido a partir de la sangre. También puede detectarse a partir de los restos de un alimento ingerido que haya causado un caso/brote de botulismo, preparando un extracto filtrado a partir de él. En los casos de botulismo infantil o intestinal puede detectarse en las heces de los niños/pacientes, pero consideramos más recomendable realizar un cultivo previo de las heces. Por otro lado también para detectar la toxina se lleva a cabo la inoculación de animales de experimentación (ratones) que desarrollaron una sintomatología paralítica, seguida de muerte, si se inoculó la toxina botulínica de C. Botulinum, puede diferenciarse en grupos según sus características de cultivo, bioquímicas y fisiológicas. Todos los cultivos de tipo A y algunos de tipo B y F son proteolíticos y su temperatura óptima es de 35°C. Por otro lado los de tipo C y D no son proteolíticos cuando se cultivan en medio con clara de huevo coagulada o carne y su temperatura óptima es de 26 - 28°C. Agregando que las toxinas de las cepas no proteolíticas no manifiestan su máxima toxicidad hasta que se activan con tripsina y en las cepas proteolíticas generalmente se producen en su forma activada. El pH adecuado es mayor a 4.5, en un pH inferior a este C. botulinum es incapaz de multiplicarse y elaborar la toxina.
En medios sólidos se puede utilizar agar sangre o yema de huevo, el agar brucella con 5% de sangre ovina y el agar alcohol feniletílico con sangre. En estos medios a menudo son de color blanco grisáceo con un borde irregular, las colonias generalmente son b hemoliticas en agar sangre mientras que en medio de yema de huevo con frecuencia muestran iridiscencia en la superficie (tiende a ser mayor en cepas tipo C, D y E).
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